Un silencio me ha rodeado en cada sorbo de mi taza de cafe. Ya entrada la madrugada, mi cabeza se ha despejado de todo pensamiento y se ha relajado sorbo a sorbo. Con la tranquilidad de saber que no puedes hacer más, he echado de menos una conversación profunda, alguien que me acompañara, sino tomándose un cafe, tomándose un chocolate caliente. Me he sentido sólo, pero no me he sentido mal.
Poco a poco me he tomado la taza de cafe. Y es normal que cuando llevas tanto tiempo tomando cafe, no te haga efecto. A mí me relaja, se lleva mis fuerzas, y hace que me entre sueño.
Bajo un silencio de noche, a veces me pregunto el por que de esta fuerza a la soledad, el gusto por la independencia y a veces miedo a la realidad. Protegido, mi mente se desarrolla sin ejercitar palabra alguna en voz alta, me gusta pensar, y cuando estás sólo no hace falta hablar. Mientras, mi gata me acompaña, y llego a pensar que ella sin hablar me comprende mejor que muchas personas que me rodean en mi realidad.
Al final, termino el cafe, mi mente va apagando el sistema, y poco a poco va pensando en lo que hacer mañana, poco a poco mis ojos se van cerrando y termino por acostarme agotado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario